Mirandolina regenta una posada, y por sus gracias y su ingenio gana, incluso sin quererlo, el corazón de todos los que se alojan en su casa.
De tres extranjeros que se alojan en su posada, hay dos que están enamorados de la bella hospedera, pero el caballero... siendo incapaz de tener apego a las mujeres, la trata groseramente y se ríe de sus camaradas.
Éstas palabras, escritas por Goldoni en sus Memorias -capítulo XVI- son la base del espectáculo propuesto y que tan bien ha entendido Francisco Romero, adaptador del texto.
Fabricio -- Norton P.
Marqués -- Antonio León
Mirandolina -- Covadonga Calderón
Caballero -- Nacho Sánchez
Diseño de Iluminación -- Jacinto Díaz
Diseño de Vestuario -- Alberto Barba
Diseño de Escenografía -- Javier Ruiz de Alegría
Técnico de Montaje -- Humberto Morales
Documentación -- J. Enrique Pelegrín
Gestoría -- Piñero
Administración -- Carmen Pertusa
Versión -- Francisco Romero
Producción -- Corrales de Comedias Teatro, S.L.
Versión y Dirección -- Ernesto de Diego